No había pensado en cuánto tiempo ha pasado desde que hice mis primeras fotos de bebés. Comencé cuando mis hijos eran pequeñitos, al ver la necesidad de conjugar la maternidad con mi profesión de fotógrafa. Pero hoy me puse a revisar unos archivos y encontré las fotos de mi primer Cake Smash, el 2 de agosto del 2014 (miren que incluso mi logo hoy es totalmente distinto). Fue un día memorable porque lo preparé con mucho amor, pero con algo de temor porque no sabía qué pasaría y en realidad todo salió maravillosamente bien.
Poquito tiempo antes me había contactado con una chica muy simpática con quien entablamos una relación cliente-proveedor que ha perdurado en el tiempo. Ella me hizo mis primeros props para recién nacida, recuerdo que era un tutú color coral que tengo hasta hoy y unas "banditas" que es como ella bautizó a las tiaras aquí. Nos caímos bien desde la primera llamada telefónica y a partir de ese instante nos volvimos amigas. Nos unían la maternidad y el amor por nuestro trabajo. Podríamos decir que iniciamos nuestro recorrido juntas en este maravilloso mundo de la fotografía y los props de bebés. Ella es la Caro Muñoz, de Ninna Kids Handmade, una marca a la que le tengo muchísimo cariño, al igual que a ella.
Se preguntarán quién es la preciosa modelo. ¡Pues nada más ni nada menos que la hija de Caro! Y todos los accesorios los hizo ella, fue nuestra primera sesión juntas. Casi han pasado 6 años y bueno, ustedes me dirán cómo ha evolucionado mi trabajo.
Les recomiendo seguir la cuenta de Instagram de Ninna Kids: @ninnakidshandmade.ec
¡Besos y hasta la próxima!